10. El final de Amanecer
“—Tenemos todo el tiempo del mundo para perfeccionarlo— le recordé.
—Por siempre y para siempre jamás— murmuró.
—Eso me suena a gloria.
Y entonces continuamos disfrutando con alegría esa pequeña, pero perfecta fracción de nuestra eternidad.”
9. El primer beso entre Edward y Bella, en Crepúsculo
“No pude respirar.
Vaciló... No de la forma habitual, no de una forma humana, no de la manera en que un hombre podría vacilar antes de besar a una mujer para calibrar su reacción e intuir cómo le recibiría. Tal vez vacilaría para prolongar el momento, ese momento ideal previo, muchas veces mejor que el beso mismo.
Edward se detuvo vacilante para probarse a sí mismo y ver si era seguro, para cerciorarse de que aún mantenía bajo control su necesidad.
Entonces sus fríos labios de mármol presionaron muy suavemente los míos.”
8. La impronta de Jacob, en Amanecer
“De pronto se calmaron los temblores que sacudían mi cuerpo. Me inundó una nueva oleada de calor, más intenso que el de antes, pero era una nueva clase de fuego, uno que no quemaba.
Era un destello.
Todo se derrumbó en mi interior cuando contemplé fijamente al bebé semihumano y semivampiro con rostro de porcelana. […] La gravedad de la Tierra ya no me ataba al suelo que pisaba.
Lo que ahora hacía que tuviera los pies en el suelo era la niñita que estaba en brazos de la vampira rubia”
7. El salto desde el acantilado, en Luna Nueva
“Sonreí, levanté los brazos como si fuera a tirarme de cabeza y alcé el rostro hacia la lluvia. Pero tenía demasiado arraigados los cursillos de natación en la piscina pública: la primera vez, salta con los pies por delante. Me incliné, agachándome para tomar más impulso...
... y me tiré del acantilado.”
6. La primera vez que Bella mira a Edward, en Crepúsculo
“Y allí estaba, sentada en el comedor, intentando entablar conversación con siete desconocidas llenas de curiosidad, cuando los vi por primera vez.
Se sentaban en un rincón de la cafetería, en la otra punta de donde yo me encontraba. Eran cinco. […]
El último era desgarbado, menos corpulento, y llevaba despeinado el pelo castaño dorado. Tenía un aspecto más juvenil que los otros dos, que podrían estar en la universidad o incluso ser profesores aquí en vez de estudiantes.[…]
—Se llama Edward. Es guapísimo, por supuesto, pero no pierdas el tiempo con él. No sale con nadie. Quizá ninguna de las chicas del instituto le parece lo bastante guapa —dijo con desdén, en una muestra clara de despecho. Me pregunté cuándo la habría rechazado.”
5. La boda, en Amanecer
“No me di cuenta de que estaba llorando hasta que llegó el momento de escuchar las palabras que nos unirían por siempre.
—Sí, acepto— me las arreglé para pronunciar con voz ahogada, en un susurro casi ininteligible, parpadeando para aclararme los ojos de modo que pudiera ver su semblante.
Cuando fue su turno de hablar, las palabras sonaron claras y victoriosas.
—Sí, acepto— juró.”
4. El primer beso entre Edward y Bella, siendo ésta vampiro, en Amanecer
“Era como si nunca antes me hubiera besado, como si fuera nuestro primer beso. Y la verdad, jamás me había besado así antes.
Casi me hizo sentir culpable. Seguramente estaba rompiendo alguna cláusula del contrato, porque se suponía que tampoco tendría esto.”
3. Bella golpeando a Jacob, en Eclipse
“Al final, soltó mi rostro y se alejó.
—¿Ya has terminado? —le pregunté con voz inexpresiva.
—Sí.
Suspiró y cerró los ojos.
Eché el brazo hacia atrás y tomé impulso para propinarle un puñetazo en la boca con toda la fuerza de la que era capaz.
Se oyó un crujido.
—Ay, ay, ay —chillé mientras saltaba como una posesa con la mano pegada al pecho.
Estaba segura de que me la había roto.
Jacob me miró atónito.
—¿Estás bien?
—No, caray... ¡Me has roto la mano!”
2. La escena del prado, en Crepúsculo
“—Isabella —pronunció mi nombre completo con cuidado al tiempo que me despeinaba el pelo con la mano libre; un estremecimiento recorrió mi cuerpo ante ese roce fortuito—. No podría vivir en paz conmigo mismo si te causara daño alguno — […] clavó sus hermosos y torturados ojos en los míos—. Ahora eres lo más importante para mí, lo más importante que he tenido nunca.”
1.La escena de la tienda de campaña, en Eclipse
“—¡Por favor! —masculló Edward—. ¡Si no te importa...!
—¿Qué? —respondió Jacob entre susurros, sorprendido.
—¿No crees que deberías intentar controlar tus pensamientos? —el bajo murmullo de Edward sonaba furioso.
—Nadie te ha dicho que escuches —cuchicheó Jacob desafiante, aunque algo avergonzado—. Sal de mi cabeza.
—Ya me gustaría, ya. No tienes idea de a qué volumen suenan tus pequeñas fantasías. Es como si me las estuvieras gritando.
—Intentaré bajarlas de tono —repuso Jacob con sarcasmo.”
domingo, 4 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario